En efecto, torres más altas han caído.
Tras tres meses y veinte días, las tuercas construidas y levantadas en el taller de autoconstrucción colectiva han sido tumbadas. Pretendemos poder amontonar todos los escombros que siguen saliendo del solar para visibilizar el volumen que ocupan a modo de denuncia de la dejadez de la autoridad competente en estas prácticas más habituales de lo que debieran de arrojar los escombros de una obra a un solar vacío.
También queremos seguir mejorando el espacio urbano. Las tuercas en posición horizontal, una vez que se llenen con los escombros, pondremos una última capa de tierra mejorada con compost para poder cultivar a modo de bancal en altura y permitir realizar actividades hortícolas más accesibles a una altura en la que no haga falta agacharse.
Los elementos más representativos de la imagen de nuestro huerto cobran así mayor sentido.